En una comunicación telefónica con La Nueva, Mirna Morinigo, responsable del área de salud colectiva de Libres del Sur, compartió detalles sobre el trabajo territorial que están realizando en diversos barrios, enfocado en el monitoreo del peso y talla de niños y niñas de 0 a 17 años. Morinigo resaltó que los resultados preliminares de este último relevamiento podrían indicar que más del 40% de los niños presentan algún grado de malnutrición.

"Estamos culminando un relevamiento de talla y peso que finaliza en noviembre. Visitamos el Lote 110, Lote 111, Barrio Porvenir, Barrio San Agustín, Barrio San Isidro, y próximamente iremos al Barrio San Juan y nuevamente al Lote 111", explicó. "Este trabajo lo realizamos cada año desde 2019. En ese primer relevamiento detectamos un 28% de malnutrición en los niños; en 2021, un 30%; en 2022, un 31%; y el año pasado, un 34%".

Morinigo destacó que estos son "datos formoseños", refiriéndose a niños de la provincia de Formosa. "No son cifras del INDEC ni a nivel nacional, sino que reflejan exclusivamente la situación local. Veremos qué nos arrojan los resultados este año".

Sobre los hallazgos específicos, mencionó: "El año pasado detectamos una malnutrición notable en adolescentes, mientras que en 2022 el problema se observó principalmente en lactantes. Aunque varía, hemos visto que en los últimos años los adolescentes son quienes más se ven afectados".

El relevamiento, que se enfoca en niños de 0 a 17 años, se realiza en todas las viviendas de los barrios, comenzando por los merenderos. "Citamos a los padres con sus hijos a los merenderos en los barrios populares, donde les tomamos la talla y el peso, además de hacer una pequeña encuesta. Estos datos se ingresan en una plataforma virtual para generar las estadísticas. Este año hemos notado una mayor interacción de la comunidad, los vecinos nos ofrecen sus espacios y casas para colaborar con el proceso", agregó Morinigo.

Ella también destacó que los vecinos están notando cambios en la alimentación y en la salud de los niños en sus propios barrios. "Hubo un reemplazo significativo en la calidad de los alimentos, lo que también se ha reflejado en el aumento de la obesidad y el sobrepeso, especialmente el año pasado. Ahora estamos viendo un aumento en los casos de bajo peso porque las familias ya no tienen acceso a ciertos alimentos".

Sobre las causas de estos problemas, afirmó: "Los malos hábitos alimenticios y la baja calidad de los alimentos son los principales factores que generan obesidad. Hay un consumo excesivo de harinas porque las familias no pueden permitirse carnes, verduras u otros alimentos de mejor calidad. El año pasado, un niño que pesaba entre 47 y 48 kilos, este año pesa entre 30 y 35. Incluso pensamos que la balanza estaba mal, pero no, eran los mismos niños, con hasta 10 kilos menos en un año".

Finalmente, Morinigo adelantó que los resultados oficiales de este relevamiento se darán a conocer en noviembre.